El sentido del tacto es aquel
que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como
la presión, temperatura,
aspereza o suavidad, dureza, etc. En el
ser humano se considera uno de los cinco sentidos actuales. El sentido del
tacto se encuentra principalmente en la piel.
Órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los diferentes tipos
de estímulos del exterior en información susceptible para ser interpretada por el cerebro. La piel se divide en tres capas: epidermis, que es la
capa superficial, la dermis y la hipodermis que es la capa más profunda. La
epidermis está constituida por tejido epitelial y en su estrato basal o
germinativo encontramos la denominada melanina, que es el pigmento que da color
a la piel, y la dermis por tejido conjuntivo. En esta capa encontramos los
anejos cutáneos que son las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas, el
pelo y las uñas y la hipodermis formada por tejido conjuntivo adiposo. Debemos
tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto se encuentra en
la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas internas del
organismo, pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el dolor. Por
lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos percibir los
riesgos para nuestra salud tanto internos como externos. La parte que gobierna
el tacto en el cerebro es el lóbulo parietal.
Contacto.
«Cuando nos describimos como seres
sensibles, lo que queremos decir es que somos conscientes. El significado más
literal y amplio es que tenemos percepción sensorial.» Los pliegues tactilares
sirven para detectar el calor frío dolor o cualquier otro sentimiento.
«Para entender, tenemos que usar la
cabeza, es decir, la mente. En general, se piensa en la mente como algo
localizado en la cabeza, pero los hallazgos en psicología sugieren que la mente
no reside necesariamente en el cerebro sino que viaja por todo el cuerpo en
caravanas de hormonas y enzimas, ocupada en dar sentido a esas complejas
maravillas que catalogamos como tacto, gusto, olfato, oído y visión.»
El tacto pertenece al sistema sensorial cuya influencia es difícil de aislar o eliminar. Un
ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de los sentidos
del gusto y el olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las funciones que
desempeña la piel. El tacto afecta a todo el organismo, así como a la cultura
en medio de la cual éste vive y a los individuos con los que se pone en
contacto.
En muchos aspectos, el tacto es difícil
de investigar. Todos los demás sentidos tienen un órgano clave
que puede ser estudiado; para el tacto, ese órgano es la piel, y se extiende por todo el cuerpo.
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